domingo, 26 de agosto de 2007

Inocencia perdida. Diana Arbus.

Me cuesta seguir, es dificil decidir que elegir . Las miradas se pierden.
En la foto, dos niños representando el quiebre de su inocencia, a pasos pequeños pero firmes se alejan. La he elegido porque me gusta el movimiento, la música y el dejarse llevar. Creo sentir algo parecido a Diana Arbus; su amor por lo impreso de la esencia de las cosas. Demostrar a través de su fotografía pequeños movimientos, larealidad misma de la calle y sentimientos inexplicables, haciendo arte, promocionando películas, inspirando a actores y directores; algo realmente fascinante.

Algo de su vida:

Sus padres eran comerciantes judíos. Su almacén quedaba, nada mas y nada menos, que en la quinta avenida. La pequeña Diane ( el apellido Arbus lo adquirirá de su esposo muchos años más tarde) tuvo una infancia fastuosa. Su biógrafa Patricia Bosworth, asegura que fue una niña sobreprotegida y por esa razón ya adolescente quería conocer ambientes menos pulcros, lujosos y limpios como los de su casa paterna. A pesar de su timidez compulsiva exploró la otra cara moneda del mundo. En varias ocasiones, y acompañada de otra amiga, se aventuró por el metro de Nueva York. Los pordioseros, los borrachos y los artistas callejeros llamaban de manera especial su atención. Pasaba horas estudiando todos sus movimientos. En mucho de estos safaris de exploración por el metro no desaprovecha oportunidad para acosar a los exhibicionistas. Patricia Bosworth señala en la biografía que Diane se convirtió así misma en una exhibicionista. Se masturba con las ventanas abiertas a sabiendas que los vecinos pudiesen estar observándola. Según Bosworth, su novio Allan Arbus fue quien la inició en los dulces encantos de la masturbación.

La relación de Allan Arbus con Diane comenzó cuando ella tenía 14 años. A sus padres esta relación no les despertaba interés alguno. Un chico, quisquilloso y atolondrado, cuya mayor aspiración era ser actor, no les inspiraba mucha confianza que se diga. De todos modos y para complacer a Diane aceptaron a Allan con muchas reservas. Diane se casó cuando cumplió los 18 años. Después de la boda el país entró en la segunda guerra mundial. Allan fue movilizado. Como se había iniciado en la fotografía en el ejercito se le permitió especializarse y así se convirtió en fotógrafo militar. De vuelta al hogar y con su aspiración de ser actor ya superada se decidió, junto a su esposa, convertir la fotografía en un proyecto de vida en común.

Eran fotos en blanco y negro que trabajan exhaustivamente la luz y las sombras, no obstante los personajes retratados eran tan impactantes que el espectador se fijaba muy poco en la calidad. Algo de morbo amarillista tenían estas fotos de Arbus. Sus modelos eran vagos, borrachines, fenómenos de circo, nudistas, prostitutas, travestidos, parejas de barriadas pobres, retardados, niños especiales, gemelos, enanos, gigantes, locos y de la más variada alcurnia como un hombre de Oklahoma que se autoproclamaba como heredero supremo del trono del Imperio Bizantino.

En 1967 se inaugura la muestra “New Sensations” y los retratos de freaks cazados por Diane provocan distintas reacciones. Algunos rechazan las fotos de manera rotunda, otros subrayan su tono decadente y de mal gusto. Los más espectadores más atentos saben que se encuentran ante una fotógrafa inusual. Por esos años revistas como Harper’s Bazar y Esquire le encargan una serie de retratos de escritores, actores, actrices y poetas. Por su lente desfilan Norman Mailer, Mae West, Borges.

Se convirtió en una fotógrafa de culto y su trabajo era respetado y admirado por fotógrafos de la talla de Avedon y Walter Evans. Por otro lado su vida, tan convulsa y deforme como los personajes de sus fotos, formaba ya parte de su mitología.

Vestía de manera descuida y en ocasiones hasta lamentable. Duraba semanas con una misma ropa. Su vida sexual era agitada y en grado sumo promiscua. Se acostaba indistintamente con hombres y mujeres. Hasta se aseguraba que en algunas oportunidades tuvo sexo con muchos de los monstruos a los cuales retrató. Fue especialista en fotografiar orgías. La depresiones se hicieron más frecuentes. A pesar de que su reputación de artista siempre fue ascendente su situación económica fue precaria. La razón era que recibía contados encargos y muchas de sus fotos, donde dejaba el alma, despertaban todas las admiraciones posibles, pero las revistas tenían cierto prurito en publicarlas.

Un 27 de julio Diane Arbus se suicidó. Se había cortado las venas. Además presentaba los síntomas característicos de una sobredosis de pastillas para dormir.

Subiendo


Por minutos me encontre sumergida en un millón de fotos, ahogandome encontré esta. La salida.
La he elejido por ser diferente a las demás; Kishin Shinoyama (japonés), se caracteriza por fotografiar cuerpos desnudos, perfectos y llamativos. El no uso de color le da un toque artistico y pacivo.
Leyendo parte de su obra y legado, me he encontrado con algo interesante y conmovedor, aquí les va:
Kishin Shinoyama - Fotógrafo japonés (1940)

Trabajó para la agencia de publicidad Light Publicity y se convirtió en fotógafo freelance en 1968.

En 1966 recibió el premio "Revelación" otorgado por la Asociación de Críticos de Fotografía de Japón.

En 1976 se exposición titulada "Houses" fue parte del pabellón japonés en la Bienal de Venecia.

En 1998 ganó el Premio Golden Eye en el Festival Internacional de Fotografía en Nantes (Francia) por "Chicas de Okinawa".

Publicó colecciones de sus fotografías incluyendo "Nude" y "Gekisha Series" y trabajos recientes como Santa FE/Rie Miyazama, Yukio Mishima's House y Ningen Kankei (Human Relationship).


El útlimo disco "oficial" de Lennon fue "Milk and Honey". Algunas canciones eran temas desechados del álbum "Double fantasy" y otros estaban inconclusos. Yoko Ono incluyó temas suyos. El disco salió en enero de 1984 y la foto de portada la tomó Kishin Shinoyama.


El 26 de noviembre de 1970, el escritor japonés Yukio Mishima, después de secuestrar al comandante en jefe de las fuerzas armadas japonesas y de pronunciar un discurso –que fue abucheado– reivindicando al Emperador ante oficiales del ejército, procedió al seppuku: con una espada ritual se abrió el vientre.
La segunda parte de la ceremonia, la decapitación o kaishaku, fue efectuada por uno de sus compañeros. El segundo de Mishima, que era a la vez su amante, también se abrió el vientre y fue decapitado.

Veinte días antes de su muerte, Mishima mismo había realizado un “homenaje póstumo en vida” en la ciudad de Tokio: incluía un catálogo con fotografías del escritor y una exhibición de libros, manuscritos y objetos entre los que se destacaba, sobre un pedestal, una katana del siglo XVI, soberbia espada con la que pocos días después iba a ser decapitado. Las fotos giraban alrededor de su muerte violenta: Mishima ahogándose en arenas movedizas, atropellado por un camión, con un hacha clavada en el cráneo.
En una foto se lo veía desnudo y arrodillado, intentando abrirse el vientre con una espada mientras que de pie, a su lado, se encontraba el fotógrafo Kishin Shinoyama con una espada en alto, dispuesto a cortarle el cuello.

Fotos



Bocetos

miércoles, 8 de agosto de 2007

"El Hombre Imaginario"











El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario


Nicanor Parra